La historia de la princesa Donají es una leyenda muy querida en Oaxaca, llena de misterio, romance y traición. Cuenta la historia de una hermosa princesa mixteca, hija del rey Cosijoeza, quien se enamoró de un príncipe zapoteco llamado Nucano.
La princesa y el príncipe se amaban profundamente, pero su amor era prohibido por las diferencias entre sus pueblos. A pesar de ello, decidieron casarse en secreto, en una ceremonia íntima en medio de la selva.
La princesa Donají lucía radiante con su vestido de manta bordado con grecas y flores, y su cabello negro estaba adornado con flores de cempasúchil. El príncipe Nucano, por su parte, vestía un traje blanco y una capa de piel de jaguar.
Los enamorados juraron amor eterno y sellaron su compromiso con un beso apasionado, pero su felicidad fue interrumpida por la traición de un soldado zapoteco que había seguido a Nucano y descubierto su secreto.
El soldado regresó al pueblo zapoteco y dio a conocer la noticia, lo que enfureció al rey y a los guerreros zapotecos. Decididos a vengarse, planearon una emboscada y atacaron al pueblo mixteco en medio de la noche.
La princesa Donají fue capturada y llevada ante el rey zapoteco, quien la juzgó y condenó a muerte. La princesa aceptó su destino con valentía y pidió ser enterrada con su vestido de novia.
La leyenda dice que, al día siguiente de su muerte, el cuerpo de la princesa fue encontrado por los mixtecos en el río Atoyac, cerca de la ciudad de Oaxaca. El pueblo la sepultó con honores y la recordó como una heroína que luchó por el amor verdadero y la paz entre dos pueblos hermanos.
A partir de entonces, la princesa Donají se convirtió en un símbolo de la unidad y la fraternidad entre los mixtecos y los zapotecos. En su honor, se celebra cada año la Guelaguetza, una fiesta en la que los pueblos de Oaxaca se reúnen para mostrar su cultura y sus tradiciones.
Muchas felicidades. Por eso amo a México y su historia harmónicamente tumultuosa.
Gracias por tu narrración.