La pluma asesina/ Historia de un crimen contra sí mismo
(Era tal la) desesperación del escritor frustrado
(que) la pluma,
en vez de ir a la hoja en blanco,
fue directo a su yugular
murió desangrado,
por su cuerpo escurría una espesa tinta
de color rojo oscuro.
<<la hoja en blanco>>
Se tiñó de sangre
El escritor al fin pudo
escribir,
aunque sea su muerte.
Tragedia
Érase una vez,
más bien muchas veces,
que el desespero fue tan grande
que tuvo que doparse con besos
ajenos
para huir de la oscuridad vitalicia
en que se sumergió
gracias
a la conciencia
de una realidad podrida.
Tuvo conciencia
porque sintió
con el corazón abierto
y palpó con los ojos atentos,
pero los besos ajenos,
a la larga,
lo llevaron al desamparo y al vagar
eternamente por las calles frías de la ciudad perdida,
ningún lugar, ningún rumbo.
Amó,
pero dejó de sentir
cuando comenzó a percibir.
Consciente, perdido y sin amor.
Tragedia II
Una estrella fugaz me dejó ciego.
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