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F. R. Martínez

10:36 de la mañana y mi celular tiene 63% de batería, aunque, parezca poca, pues apenas son las 10:36, bueno, 10:37 de la mañana, es mucha batería a comparación de la mía, quizá yo tengo un 10% o no, más bien un 5%...


Ayer hablé contigo de muchas cosas que tenía guardadas, cosas que al final de cuenta son sobre nosotros… nosotros… no sé, algunas veces me gustaría tener un poco de más tiempo contigo y demostrarte todo el amor que tengo. 10:41 de la mañana y de verdad que intento no quedarme dormida. El primero y único evento de hoy es hasta las 4:30 de la tarde, realmente desesperante, porque ahora mi batería bajó otro porciento y yo, probablemente no esté en ceros.


Todas las instalaciones son muy bonitas y relajantes, al menos ahorita que no hay muchos alumnos, ellos empiezan en febrero. Eso me dijeron. Me gustaría que estés aquí conmigo mirando tras los ventanales que nos enseña nuestra urbe industrializada. 10:50 de la mañana y de verdad que solo han pasado horas, no obstante, odio el reloj, porque me dice que solo van 14 minutos, inclusive, entre lapsos pequeños de intervalos, bueno… del sueño no empleo bien las palabras, pero entre pequeños intervalos de, según el reloj, minutos, dejo de escribir y veo la ventana. Imagino recuerdos de nosotros, felices, hermosos, tristes. Aunque, ahorita tengo uno, de hecho, me da risa porque hacía frío. A ti no te gusta ponerte el gorrito que viene adherido al suéter, sin embargo, esa noche helada tú decidiste dormir con él puesto, mientras yo, como tu gran admiradora, y es que me encantas mucho, no pude evitar tomarte una fotografía. Verdaderamente tierno.


11:02 de la mañana y me detuve a tomar un poco de mi café que está dejando de quitarme el frio. A decir verdad, frío no tengo. Frío más bien el de tus manos intentando encontrar mi estómago para sorprenderme con ese cambio de temperatura. No sé, solo me gustaría estar contigo disfrutando del clima tan agradable. Me gusta sentir frío.


A veces creo que es injusto cómo el día puede estar tan hermoso y nosotros no podemos ni apreciarlo. Tenemos que estar encerrados en nuestros pensamientos o en el trabajo como tú. Posiblemente la primera opción sea yo, como justo ahora. Creo que dejaré de escribir un poco. Sólo quería intentar acabar con la somnolencia y, al parecer, funcionó. Por ahora. Sin embargo, esto no tiene nombre, pero creo que me gustaría Bitácora de una eterna mañana.

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