Añoro el día que plante aquella semilla De tormentas despiadadas te protegí con una sombrilla
Al comenzar usted dulce semilla
Parecía no crecer
Pero pronto nos vi florecer
Prontamente dejaste de ser esa pequeña
semilla
Convirtiéndote en flores de laurel
O Dios mío no seas tan cruel
Decirme?!, acaso poseo espinas
O dulce dama, es mucho pedirte que seas mía?
Cualquier precio veo Justo ante tu divinidad
Por ti extirparia cada una de mis espinas
Pero que crueldad
Pero es mayor la crueldad De cambiar de laureles a un rosal
Llegando al trágico momento
Donde el dolor cara cara me termina de fulminar
Como una droga quede adicta
Adicta a pedirte posada
Adicta a ti mi amada
Te necesitaba más de lo que te amaba
O quizás solo me hallaba encaprichada
Capricho mío buscar tu corazón
Capricho mío hayar una razón
Una razón para seguir a tu lado
Una razón para seguir mendigando
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