Dejar el mundo que conocemos

La portada de esta edición tiene como tema central la migración, un tema del cual desconocía o comprendía muy poco hasta hace poco. Es un acontecimiento que transforma por completo la vida de las personas que deben abandonar su país por diversas circunstancias. Debido a esto, decidí no representar a este “personaje” con un rostro o un cuerpo. Se trata más bien de una representación abstracta de la experiencia misma de abandonar el mundo que conocemos, la comodidad a la que estamos acostumbrados, y adentrarse en un viaje completamente incierto. Se van perdiendo y sacrificando muchas cosas en el camino con la esperanza de un destino mejor, y si bien es cierto que muchas personas pueden llegar a tener éxito en otro lugar del mundo, el título de inmigrante es algo que aprisiona su identidad, los encasilla en una simplificación enorme de lo que son. Y que, tristemente, vemos hoy en día como sociedad, puede dividirnos hasta el punto de transformar dicha prisión en algo horriblemente tangible.

Se trata de una portada en la que busque contrastar la relación tangible entre diversos elementos, resaltando el aislamiento que implica clasificar a una persona como inmigrante. El color de piel y el uso de luces y sombras hacen referencia al sueño americano, o lo que alguna vez representó.