Solo es un reflejo, un reflejo de lo que eres.
Tu sonrisa insegura careciente de verdad.
Solo eres un reflejo cuando ven tus ojos.
Porque no importa cual traslucidos logren ser.
Siempre terminan por verlos con un velo sobre tu rostro, tus pupilas.
Solo es un reflejo, es el retrato de tu rostro pero nada más que decir.
Cuando dicen saber de ti.
Pero no es así.
Eres un sueño deseado por ellos, por aquellos que dicen les perteneces.
¡Que imbéciles pueden ser! No eres solo átomos que poseer.
No eres tierra insignificante, ni espacio finito.
Pero ellos creen…
Ellos creen saber, más no saben nada.
No saben de ti más que escaseces de lo que poco dejas de ver.
No comprenden ellos, no entienden pues su voz nunca fue ignorada.
¿Qué saben ellos que sus palabras no fueron puestas como silencio en su boca?
¿Qué saben aquellos si la violencia que a veces se disfraza de “afecto” no fue una parte cotidiana de su vida?
¿Quiénes son ellos para juzgar, para silenciar, para decir que te saben a la perfección si solo eres un ideal más en su colección?
Solo eres un reflejo frente a ellos, el reflejo de alguien que tuvo que alejarse de sí.
Pero no lo eres, no eres eso que tanto aman describir, eres tú, humana con virtudes y defectos, pero finalmente tú.
Eres mujer llena de vida, la vida que no les pertenece y no pertenecerá a nadie más que a sí misma, porque eso eres, lo somos todas, reencontrarse, te lo debes, nos lo debemos todas.
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