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I hate my alcoholic logic reseña

Foto del escritor: Beatriz AlvaradoBeatriz Alvarado

[Contiene spoilers]



Alcoholic Logic es una obra teatral que, con una crudeza poética, se adentra en los abismos de la vulnerabilidad humana. Inspirada en la poesía de Charles Bukowski y en las intensas interpretaciones musicales de Janis Joplin y Amy Winehouse, la obra teje una narrativa íntima y devastadora sobre los vínculos entre el amor, el sufrimiento, las adicciones y la muerte. En esta puesta en escena, la lógica del título no es una regla evidente ni una respuesta simple; es una reflexión que emerge en las grietas del ser, allí donde el dolor se encuentra con el deseo de escapar, y donde el alcohol y las drogas se convierten en los vehículos de una verdad imposible de sostener; Alcoholic logic es también el nombre de una de las canciones más representativas de Winehouse, engloba la trama de la obra y da adelantos de lo que se ve en escena "My girl tried to stop me but I had a taste of you". El alcohol, en particular, emerge como un símbolo ambivalente: al mismo tiempo que proporciona una fuga momentánea del dolor, también lo amplifica, desnudando las emociones más crudas y dejando a los personajes sin protección frente a sus propios abismos. En esta lógica, la vulnerabilidad no es solo una debilidad, sino una condición inevitable del ser humano que, cuando no encuentra consuelo, busca refugios destructivos.



En el centro de esta historia están dos personajes femeninos profundamente humanos, interpretados por una única actriz, Karla Paola Torres Jaime quien también es la escritora de la obra que entrega una actuación emotiva que se acompaña con su gran voz. La primera mujer, inspirada en Janis Joplin, es una alcohólica consumida por el desamor. Su dependencia al alcohol no solo refleja su intento de olvidar un corazón roto, sino también su incapacidad para lidiar con la fragilidad emocional que la invade. A través de monólogos cargados de poesía y canciones desgarradoras, la vemos oscilar entre la desesperación y el anhelo de amor, hasta que su sufrimiento la lleva a un final trágico. La segunda mujer, inspirada en Amy Winehouse, es una prostituta que se enamora de su amiga y, aunque intenta protegerla, se enfrenta a la impotencia de no poder salvarla. Este personaje encarna el dilema de amar a alguien que está atrapado en una espiral de autodestrucción, mientras ese amor la destruye a sí misma.


La obra no presenta al alcohol únicamente como una sustancia, sino como un catalizador emocional que desinhibe y expone las fracturas internas de las protagonistas. En el caso de la mujer alcohólica, cada trago representa un intento de llenar el vacío dejado por el amor perdido, pero también un recordatorio de que el dolor persiste, inmutable. Sus monólogos, en los que a menudo cita versos de Bukowski, revelan una percepción lúcida del daño que se inflige, pero también una rendición ante la incapacidad de romper el ciclo. Para la mujer prostituta, el alcohol se convierte en un símbolo del abismo que la separa de su amiga: aunque ella no recurre a la bebida para enfrentar su dolor, observa con impotencia cómo el alcohol devora a la persona que ama, incapaz de intervenir.


La puesta en escena refuerza esta exploración de la vulnerabilidad. El espacio íntimo —la obra se llevó a cabo en el espacio cultural Cuarto de máquinas en la colonia Obrera, CDMX—, permite al público ser testigo cercano de los momentos de mayor fragilidad de las protagonistas. Las botellas de alcohol, todas de un azul profundo, adquieren un carácter simbólico: representan no solo el refugio destructivo del que las mujeres se alimentan, sino también una metáfora de las emociones ahogadas en un mar que parece no tener fondo. La tela roja que domina la escenografía refuerza este simbolismo, transformándose en un recurso visual que encapsula tanto la pasión como el dolor, el amor como la sangre derramada y la pasión del amor.



El músico en escena, aunque permanece en la periferia de la acción, actúa como un cómplice silencioso de las emociones que se despliegan en el escenario. Con su guitarra, crea un paisaje sonoro que acompaña las canciones y los silencios de la obra, amplificando la tensión emocional y sumergiendo al espectador en la intimidad de los personajes. Las canciones interpretadas por la actriz, emblemáticas de Joplin y Winehouse, no solo funcionan como homenajes a estas figuras trágicas, sino como extensiones de los monólogos poéticos, reflejando el tormento interno de las protagonistas.


En Alcoholic Logic, la vulnerabilidad humana es el núcleo de la narrativa. La obra no busca redimir ni juzgar a sus personajes, sino presentar sus realidades con una sinceridad desgarradora. Nos muestra cómo el alcohol, lejos de ser una solución, es un espejismo que promete alivio mientras expone las heridas más profundas. En su lógica brutal, el sufrimiento no se evade, se amplifica, dejando al público con una comprensión inquietante de las conexiones entre el amor, las adicciones y la fragilidad del alma. Es fácil sentirse identificado con la obra, quienes hemo sufrido de mal de amores y creído que el alcohol sería un aliado en la superación del dolor, nos podemos ver reflejados en la interpretación de Torres.


En conjunto, Alcoholic Logic es más que una obra de teatro: es una experiencia catártica que confronta al espectador con la crudeza de la vida misma. Su exploración de la vulnerabilidad humana y los mecanismos de escape destructivos resuena con una honestidad que resulta incómoda pero necesaria. Es un recordatorio de que, aunque nuestras heridas puedan ser profundas, el arte tiene el poder de darles voz y significado. Una obra imprescindible para quienes buscan teatro que conmueva, provoque y transforme.



Dramaturgia: Karla Paola a partir de Janis Joplin, Amy Winehouse y Bukowski

Dirección: Karla Paola Torres Jaime

Elenco: Karla Paola. Música: Diego Alejo

Sinopsis:

Alcoholic logic es un espectáculo unipersonal con música en vivo a partir de Janis Joplin, Amy Winehouse y Bukowski. No es un show de imitación, no es una crítica; es una reflexión sobre el amor, la muerte, el vacío de la existencia. Un viaje alucinógeno, intenso de música y poesía.

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Excelente reseña 💕

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